Simple Twist of Fate - Chapter twenty-one: Why?

Las pequeñas piezas de verdad, rondan aquí por siempre. Debí haber sabido de ti antes de estar juntos. Pero lo hicimos, sí, lo hemos hecho. Me pregunto en qué me metí contigo. Cuando lo junto todo, puse muchos agujeros en ti, sí, en ti.

PIECES OF TRUTH – THE FOXBORO HOT TUBS

-Mierda –repitió Billie, en un tono más audible de voz, aunque su voz seguía áspera, pastosa y somnolienta.

Jenny suspiró y, sin decir nada, buscó su sostén en el suelo, mientras que Billie se sentaba y se restregaba los ojos. No recordaba nada después de haberla sacado a bailar, ¿qué habían hecho?

¿Por qué mierda no me mantuve consciente para recordarlo? se preguntó.

-Jenny, nosotros no… -Billie se interrumpió, pensando qué palabras utilizar- Nosotros no lo hicimos, ¿cierto?

La mujer, quien ya había terminado de abrocharse el sostén, sonrió, de un modo bastante amargo.

-Lamento decirte que sí, Billie Joe, sí lo hicimos –contestó ella, ahora buscando sus bragas, mientras que su amigo se dejaba caer en la cama nuevamente, de golpe-. ¿Recuerdas algo?

Billie cerró los ojos, más fuertemente, intentando visualizar el bar.

-Recuerdo… Recuerdo haber bailado contigo Under Pressure… Recuerdo que te tomé la mano para bailar Do you wanna dance… Recuerdo –se calló, repentinamente. Había, en su mente, sentido el contacto de los labios de Jennifer con los suyos, por lo que se llevó dos dedos de su mano derecha a sus labios-. Mierda –añadió, en un susurro.

Ella sonrió levemente al notar que él recordaba lo ocurrido.

-Te aconsejo que te levantes, ya son las once –farfulló ella, ahora buscando sus calcetines.

-Pero… ¿no vamos a hablar de esto? –preguntó él, volviendo a sentarse. Ella alzó una ceja- ¿Qué? Si no lo hablamos, las cosas no serán iguales…

Jenny rió, sarcásticamente.

-Billie, no importa lo que hagamos, las cosas no serán iguales –dijo ella, a modo de respuesta a la inquisidora mirada de Billie Joe-. ¿Cómo mierda nos comportaremos cuando estemos frente a Addie o Jo…?

Su voz se cortó. Billie dedujo que no se había acordado de la confesión de Joey. Suspiró y localizó sus bóxers al lado de la cama, justo al alcance de su mano. Los tomó y se los puso, tras lo cual salió de la cama y se acercó a ella.

-Sé que es lo último que quieres de mi parte en este instante, pero… -susurró, tras lo cual la abrazó- Yo sé que las cosas con Joey se arreglarán…

-Ni siquiera podré mirarlo a la cara –masculló-. Digo… me peleé con él porque se metió con otra y yo voy y me meto con…

Silencio. Billie la soltó y tomó sus pantalones, mientras que ella se ponía su polera. Tras ponerse las ya nombradas prendas, se sentaron en el borde de la cama.

-No me arrepiento –soltó Billie, sin pensar en lo que decía. Se sonrojó-. Era lo único que no habíamos experimentado, así que ahora podemos decir que hemos hecho de todo juntos… Bueno, no podemos decirlo, pero al menos lo sabremos.

Ella sonrió, levemente, tras lo que, finalmente, levantó la mirada, dirigiendo sus ojos azules a los verdes de su amigo.

-¿Por qué? –inquirió, repentinamente.

Billie no tuvo para qué preguntar de qué hablaba la pelirroja, ya que sabía perfectamente lo que quería decir: ¿Por qué la había besado? ¿Por qué habían ido al departamento? ¿Por qué habían hecho el amor? Porque, al menos para él, eso había sido. No había sido sólo un sexo desesperado para sacarse las ganas, había sido más que eso.

-Tú sabes que siempre que estoy ebrio intento propasarme contigo –musitó él-. Es una especie de impulso, mezclado con que no cuento con todos mis sentidos para distinguirte de la otra Jenny.

Ella asintió.

-Pero nunca habíamos llegado a este nivel –susurró, en un hilo de voz-. Siempre supimos que estaba mal, que no podíamos hacerlo y anoche…

-Te recuerdo que hubo una vez en la que eso no fue ningún impedimento –murmuró él, sonrojándola rápidamente.

-Pero igual no llegamos a esto –musitó-. Ahora tenemos que ver qué mentiras diremos.

Billie suspiró.

-Yo le dije a Addie que fui al bar con los muchachos a celebrar… -dijo él.

-Entonces yo me vine al departamento a ahogar las penas y hundirme en mi depresión –dijo ella-. Pero aún tenemos que ver qué decirles a Mike y a Tré…

Billie se mordió el labio inferior, pensando. Estaba seguro de que los habían visto.

-No nos queda otra que decirles la verdad –musitó-. Lo entenderán y nos encargaremos de hacerles jurar que no volverán a hablar de ello, tras asegurarles que no lo volveremos a hacer.

Jenny asintió, no muy convencida.

-Supongo que todo depende de que no se nos escape nunca y que nos comportemos como si nada hubiera cambiado –susurró ella, poniéndose de pié.

-Pero si nada ha cambiado –dijo Billie, seguro de sus palabras, mientras recogía su camisa del piso-. Oh, genial, le rompiste un botón –agregó, ignorando que Jenny se sonrosaba.

-Quieras o no, las cosas serán diferentes –musitó ella, poniéndose los jeans-. Y no me rompiste los botones de la blusa porque no tenía, pero me rajaste un poco la manga.

Billie se sonrojó, bastante.

-¿Por qué dices que las cosas serán diferentes? Las cosas siguen exactamente iguales desde que eso pasó. Además, las relaciones de este tipo entre amigos pasan –musitó él.

Jenny suspiró.

-Da igual. Yo ya tengo que irme.

Terminó de ponerse las zapatillas y se acercó a él. Iba a darle un beso en la mejilla, pero, por alguna razón, él corrió la cara, causando que el beso diera en los labios. Ella se separó, casi de inmediato.

-¡Mierda, Billie Joe! –exclamó ella- ¿Por qué hiciste eso?

-No sé, un impulso. Acostumbro a besar a la persona con la que hago el amor (o algo parecido) después de terminar, ¿sabes? –Ella abrió mucho los ojos.- ¿Qué?

-Billie, esto no fue hacer el amor –musitó-. Tú me enseñaste la diferencia hace muchos años, ¿recuerdas?

Él sonrió, levemente.

-No dije eso, dije que lo que hicimos fue más parecido a hacer el amor que a tener simplemente sexo –susurró, en un tono bajo de voz-. Tenemos demasiada confianza, ¿por qué te molesta tanto?

-Me molesta porque no te importa –soltó-. Para ti, fue sólo sexo entre amigos, cercano a hacer el amor, mientras que para mí –se silencio-. Tenías razón con que todo sigue exactamente igual desde eso.

Él la miró, atónito.

-¿Tú…?

-¡Sí, Billie, aún te amo! –lo interrumpió, perdiendo la paciencia- ¡Con todo mi maldito ser! ¡Llevo años soñando con que esto pasara, y al fin pasa, pero estábamos borrachos y para ti no significó nada! ¡Por eso me molesta tanto, mierda!

Se volteó y salió de la pieza, en dirección a la salida del departamento, mientras que Billie la seguía. En un intento de detenerla, corrió hacia a ella, y la rodeó por la cintura con sus brazos, volteándola, obligándola a mirarlo directamente a los ojos.

-¿Por qué? –inquirió, ignorando el hecho de que sus labios se rozaban al hablar.

Ella no dijo nada, simplemente se separó de él y salió del departamento, dejándolo ahí solo, solo con los trozos de verdad que Jenny había dejado en su mente.

¿Por qué mierda no me lo dijo antes? pensó, dejándose caer en el sofá.

Simple, porque le dijiste que no y no soportaría ser rechazada de nuevo dijo otra voz en su cabeza.

Eres un completo y perfecto idiota.