Rest One of these days Simple Twist of Fate I'm not tere Suffocate Rotting Suffocate? Dearly beloved Hold On Wake me up when September ends Good Riddance (Ridding of you) Cigarettes and Valentines
Prólogo

miércoles, mayo 04, 2011

Simple Twist of Fate - Chapter three: Do you still...?


Remontémonos al 2014.
Era un soleado día de abril. La primavera estaba en pleno apogeo, lo cual se notaba en las flores recién florecidas y en los insectos que revoloteaban en el aire. El sol calentaba lo suficiente, como para que no hiciera frío, pero no demasiado, como para que hiciera calor. Aquel día, tan perfecto y sin nubes en el cielo, era el día de la boda entre Joseph Armstrong y Jennifer Kiffmeyer, de diecinueve y veintiún años, respectivamente.
Jenny se encontraba sola en el pequeño salón destinado a la preparación de la novia. Ya había acabado de ponerse el vestido y retocarse tanto el peinado como el maquillaje. Todo lo que le faltaba era esperar a que una de sus damas de honor llegara y le avisara cuánto faltaba para el momento en el que ella y Joey dieran el “sí”.
En ese preciso instante en que se abrochaba una pulsera de plata en su muñeca izquierda, tocaron la puerta, apresuradamente… Tal como Joey tocaba.
-Joey, ya te dije que no puedes verme antes de la boda –canturreó la pelirroja, mientras revisaba que el vestido tapase su ligeramente abultado estómago-. Si quieres ver si el bebé está bien, tendrás que esperar...
-¿Qué bebé? –preguntó una voz masculina desde el otro lado, abriendo la puerta. Jenny maldijo en su mente al ver a Billie Joe- ¿Cuándo iban a decírnoslo?
Jennifer suspiró.
-Hemos intentado hacerlo, pero siempre pasa algo. Como la semana pasada, que Joey no pudo ir a almorzar con ustedes. La idea era decirle que iban a ser abuelos entre los dos.
Billie cerró la puerta tras de sí y se acercó a Jenny.
-¿Cuántos meses? –preguntó.
-Vamos por el tercero a finales de mayo –musitó la mujer, un tanto avergonzada-. Por favor, no le digas a Addie. Dirá que pervierto a su hijo y lo forcé a mentir.
Billie rió levemente.
-No hará eso. –A continuación, comenzó a mirarla atentamente, con una pequeña sonrisa.- Te ves hermosa.
-Gracias –dijo ella, levemente sonrojada.
Jenny se sentó en el sofá que había y su amigo la imitó.
-No sabía que eras supersticiosa –murmuró él, por decir algo, recordando la reacción de la joven cuando él tocó la puerta.
Ella sonrió levemente.
-Joey no me ha visto, tengo algo nuevo, algo viejo y algo prestado, aunque aún me falta algo azul –dijo, rápidamente.
-¿Y qué es lo nuevo, lo viejo y lo prestado? –preguntó Billie Joe, interesado.
-Lo nuevo es el vestido, lo viejo es la pulsera y lo prestado es éste par de aretes que me prestó Adrienne –respondió, aún sonriente.
Billie igual sonrió y metió su mano en el bolsillo del pantalón, de donde sacó una pequeña caja.
-Te tengo algo azul –susurró, abriendo la cajita.
En ella, había un lindo collar, con una pequeña joya azul. Jenny lo miró, sorprendida.
-No debiste...
-Sí, sí debí. Ya, deja ponértelo.
Con mucho cuidado, tomó el collar y se lo puso a Jenny. Luego, se puso de pié y le tendió una mano a la joven, para ayudarla a pararse. Sonriendo, Jenny la tomó y se incorporó igualmente.
-Algo me dice que no viniste hasta acá sólo por eso –musitó ella, con una sonrisa un tanto más amarga.
Billie suspiró.
-¿Recuerdas cuando...? –ella asintió, sabiendo de qué hablaba- Bueno, ¿tú, todavía...?
-No –lo interrumpió Jenny-. No, ya no.
Él sonrió y le acarició la mejilla levemente, con cierto alivio.
-Sé en lo que piensas –musitó él-. Sé que piensas “oh, está recordando a Jennifer Lovett e imagina que está en su boda con ella”. Te equivocas. Simplemente pienso que mi mejor amiga, aquella que siempre estuvo ahí y vivió en mi hogar por seis años, va a casarse con mi hijo.
Jenny sonrió y lo abrazó.
-Jenny, ¿estás lista? –preguntó Carol, desde el otro lado de la puerta.
-Sólo faltas tú y Billie –añadió Ally.
La novia y Billie se separaron y salieron del salón.
-Estamos listos –dijo ella.
Los cuatro salieron de la estancia y se dirigieron al lugar donde la coordinadora de la boda (quien resultó ser Val) les decía sus lugares.
-Ok... Ally y Jake van primero –dijo Val-. Luego siguen Carl y Carol. Los padrinos –señaló a los varones- van allá, a la izquierda, mientras que las damas de honor –señaló a Carol y a Ally- a la derecha. Luego empezará otra música y ahí entras tú –señaló a Jenny- con Billie.
Los mencionados asintieron. Val sonrió y se dirigió hacia el lugar en que una joven controlaba la música. Le dio unas instrucciones y se retiró a su lugar, junto a los demás invitados.
La música de las damas de honor y los padrinos comenzó. Tomados del brazo, caminaron a través del corredor que se formaba entre ambas columnas de asientos. Apenas se acomodaron en el altar, la música cambió.
-¿Me permite? –inquirió Billie, ofreciendo su brazo.
Jenny sonrió y le tomó el brazo.
-Genial, todos me miran raro –comentó Billie, mientras avanzaban por el ya nombrado corredor.
-Lo siento, pero eras tú o mi padre y, realmente, prefería que fueras tú –musitó Jenny.
Él sonrió.
-No te preocupes.
Llegaron al altar y Billie se puso al lado de los padrinos, mientras que Jenny se ubicaba frente a Joey. El juez sonrió.
-Estamos hoy aquí reunidos para presenciar la unión entre Joseph Marciano Armstrong y Jennifer Claire Kiffmeyer, en sagrado matrimonio. –Miró a Jenny.- Repite después de mí: Yo, Jennifer...
-Yo, Jennifer...
-... tomo a Joseph...
“Tomo a Billie” pensó un lado de su mente, aquel lado que pensaba como Jennifer Lovett.
-... tomo a Joseph...
-... en salud y enfermedad, hasta que la muerte los separe.
-... en salud y enfermedad, hasta que la muerte nos separe.
Jenny le puso el anillo a Joey, con una sonrisa. A continuación, Joey recitó los “votos” y le colocó el anillo.
-Puede besar a la novia...
Y, aunque Jenny no pudiera saberlo, Billie la miraba fijamente, pensando en lo que se supone que no pensaba; Que aquella podría ser su boda con la vieja Jenny.
-No le rompas el corazón –susurró para sí.

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