Rest One of these days Simple Twist of Fate I'm not tere Suffocate Rotting Suffocate? Dearly beloved Hold On Wake me up when September ends Good Riddance (Ridding of you) Cigarettes and Valentines
Prólogo

domingo, mayo 01, 2011

One of these days - Chapter thirty-eight: Do you love me?


La miró a los ojos, lo cual fue la prueba definitiva de lo que sentía. El cosquilleo se expandió por todo su cuerpo, sus músculos se tensaron, su corazón se agitó... Sí, realmente la amaba.
-Porque te amo –repitió Billie Joe, más seguro de sus palabras, aunque seguía extrañado de lo que acababa de decir.
¿Desde cuándo la amaba? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? O mejor dicho... ¿Cómo se había permitido sentir eso? No quería estar enamorado de ella, ¿o sí?
Ella negó con la cabeza, empalideciendo levemente.
-No, Billie... Estás drogado, no sabes lo que dices –susurró Jenny.
-Quizás esté drogado –admitió él-, pero sé lo que digo, realmente lo sé.
Ella volvió a negar, más fervientemente.
-No, tú amas a Addie –insistió-, y ella te ama a ti; por mí no sientes absolutamente nada de ese tipo...
-Eso es mentira –la cortó Billie Joe, tajantemente-. Adrienne se va a casar con George en noviembre, y está embarazada. Ni siquiera me trató por mi nombre de pila cuando me saludó, sino que por mi apellido. Su vida está armada, y, sin mí, es perfecta, no me necesita.
Jenny lo miró atónita.
-Lo siento... Pero no te amo, y no siento nada de eso por ti –susurró, bajando la mirada.
Él le tomó el mentón, obligándola a mirarlo a los ojos.
-Billie, para mí eres un muy buen amigo, a veces llego a verte como el buen padre que nunca tuve ni nunca tendré. Te quiero, y mucho, pero como un amigo.
-Los tres días que estuvimos juntos –susurró, con su rostro muy cerca-, fueron parte de los mejores días de mi vida, por no decir que fueron los únicos –Billie puso su mano en la mejilla de la joven y comenzó a acariciarla-. Teníamos química y la pasábamos muy bien juntos...
-Todavía la pasamos bien –murmuró ella, mientras, inconscientemente, colocaba su mano sobre la de Billie Joe-, pero no del modo que tú quieres.
»Estamos en puntos diferentes de nuestras vidas. Tú ya tienes una familia y yo ni siquiera estoy pensando en comenzar una. Tu carrera es perfecta y la mía apenas empieza. Tienes que entender que no somos el uno para el otro y eso no va a cambiar.
Billie sonrió levemente, mientras se acercaba.
-Tal parece que soy un idiota por creer que querrías estar conmigo, con un viejo, con alguien del a edad de tu padre –dijo él, rozándole los labios.
Intentó besar a Jenny, pero ella corrió el rostro, haciendo que le besarla la mejilla, tras soltarle la mano al hombre. Billie volvió a sonreír tristemente.
-No es mi culpa no sentir nada por ti –murmuró ella-, pero no eres un idiota, cualquiera en mi lugar te habría dejado continuar recién, pero yo... No quiero herirte. No quiero que sufras, no quiero arruinarte la vida. Tu lugar es con Addie y no dejaré de insistirlo. Me preocupas mucho.
-En ese caso, intentaré que se me pase –musitó él-, aunque no aseguro que funcione.
Ella lo abrazó, demostrándole su apoyo...

Y los días comenzaron a pasar. Cuando ella estaba en el colegio y él en el estudio, sus problemas desaparecían por completo y todo estaba bien. Pero bastaba con verla para que su corazón comenzase a andar más rápido. “Debo ser fuerte” se repetía Billie Joe, una y otra vez en su cabeza.
¿Cuándo acabaría todo ese sufrimiento? Eran sólo amigos, y él lo sabía y entendía a la perfección, aunque un lado de él nunca dejara de cuestionarse si Jennifer pensaba lo mismo de él, cosa que sabía era mentira. Nunca iban a estar juntos, debía acostumbrarse a eso.

Octubre llegó, muy fresco. El disco estaba casi listo, el libro de Jenny estaba convirtiéndose poco a poco en un Best Seller, Jenny estaba harta de los estudios... Y Billie volvía a una relativa normalidad. Volvía a mirar a Jenny a los ojos cuando le hablaba, volvía a conversar con ella sin quedarse embobado en su rostro, volvía a reír... Tras ese mes de tensión, todo comenzaba a ir bien para ellos.
-Extrañaba esto –comentó ella una tarde, mientras tocaba guitarra con el guitarrista; iba progresando, aunque no lograba tocar ningún punteo.
-Yo igual –concordó él-. Lo siento mucho... En ese momento, estaba seguro de que eso era lo que sentía, pero luego me di cuenta de que no era así.
Ella sonrió y le dio un abrazo, que él devolvió.
-Prométeme que no volverás a besarme...
-Lo prometo.
-... ni a excitarte con mi uniforme...
-De mí eso no depende exactamente, pero lo intentaré.
-Prométeme que harás todo lo posible por impedir esa boda.
Billie miró a Jenny, con una determinación nunca antes expresada en sus ojos.
-Lo juro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario