¿Por qué mi diversión tuvo que acabar? Para mí es sólo el comienzo. Veo
como mis amigos comienzan a envejecer, una corta cuenta regresiva para el fin.
Dime irresponsable, dime habitual, pero cuando piensas en mí, ¿llenas
tu cabeza con planes? Mejor piensa de nuevo porque nadie sabe.
No quiero causar ningún daño, pero a veces mis acciones duelen. Hay
algo que debo encontrar para hacer planes para siempre.
Se ve como si todos tus recuerdos se desvanecieran. Remojas tus
conocimientos para llenar el espacio y aún así mi respuesta sigue igual: No lo
sé.
Habían pasado varias semanas. Ya
era abril y estaba convirtiéndose en el mejor mes desde la partida de Sarah.
Durante el último tiempo,
habíamos tenido varias presentaciones y demás. Y, aún así, pese a que ahora no
pensaba tanto en Sarah y en su partida, ahora me la pasaba preocupándome en
cómo todo iba a cambiar después del verano. Incluso Mike se había anotado para
la universidad comunitaria. ¿Qué iba a hacer yo con todo ese tiempo solo? Es
decir… Si Mike llegaba a encontrar una profesión, estaba jodido. De verdad.
Pero eso no importaba en ese
momento. Lo que importaba era que me encontraba en Lookout! Records, como cada
vez que Larry quería informarnos algo a mí, Mike y John. Éste último aún no
llegaba, por lo que los tres nos encontrábamos conversando.
-Perdón por el atraso –murmuró
John, entrando, apresurado.
-Tercera vez esta semana –me
susurró Mike, mas yo no le dije nada. No quería otra discusión con John. De
verdad. La última ya había sido bastante fuerte. De hecho, de no ser porque
había sujetado a Mike, era probable que ellos dos hubieran terminado
golpeándose en el suelo.
-No importa, no importa –murmuró
Larry, quien había sido el responsable de sujetar a John, quien, en ese
momento, se sentaba en el sillón disponible-. Lo que importa es que les tengo
dos grandes noticias.
Los tres nos enderezamos en
nuestros asientos, para mirarlo expectantes.
-La noticia más pequeña, es que
serán entrevistados por la
Flipside magazine la próxima semana, después del concierto
que tienen en el Gilman.
Los tres lo miramos sorprendidos.
La Flipside
magazine era una de las tantas fanzine que había por aquí. Hasta yo había
mandado una carta ahí alguna vez. Ser entrevistados por ella significaba que
todos los de la escena que no nos conocían, lo harían.
-¿Y esa es la más pequeña?
–inquirí.
Larry asintió.
-¡Tendrán una gira por el país!
Eso fue demasiado para mí y Mike.
Ambos soltamos fuertes exclamaciones de felicidad y demás, mientras que John se
contenía de imitarnos. Él ya había estado en una gira antes, por lo que no era tan excitante para él… Pero su gira
había sido sólo en el Estado de California, mientras que nosotros recorreríamos
el país.
-¡¿CUÁNDO?! –exclamamos Mike y yo
al unísono.
-El diecinueve de junio…
-Después de la graduación
–completó Mike.
-Exacto.
Silencio…
-¡YAY! –exclamamos los tres
ahora, causando que Larry riera.
-Lo único de lo que tienen que
encargarse es de conseguir el transporte.
Larry habló un poco respecto a
los posibles lugares y a como sería la cosa, pero no le puse mucha atención.
Estaba ocupado divagando respecto a eran las primeras verdaderas buenas
noticias que tenía en mucho tiempo. Me sentía más que feliz.
Así llegó el día de la
entrevista, que se llevaría a cabo en la van que Alan quería vendernos para la
gira, de la que toda mi familia ya se había enterado, ya que con Mike le
habíamos contado todo a mi mamá apenas llegamos a la casa.
Esa noche, tuvimos un show en el
Gilman. Jesus, Fran, Iris, Tré y Lau se encontraban justo en el frente del
mosh-pit, saltando y cantando todas las canciones. Jimmy estaba ocupado
traficando fuera del Gilman, y se había disculpado bastantes veces antes de que
empezáramos. En fin, tocamos varias canciones y, casi al final, noté un sobre
con mi nombre y un corazón en el suelo. Lo pisé para que Mike no lo viera y
continuamos tocando. Al finalizar la canción, hice una reverencia y, de paso,
recogí la carta. Sin más, salimos del Gilman, sin hablar mucho; John había
tocado peor de lo usual esa noche, porque había bebido demasiado, por lo que
con Mike lo mirábamos con odio. Sin más, nos fuimos a la van.
El entrevistador llegó a los
pocos minutos. Era un tipo veinteañero llamado Al, quien llevaba una grabadora
en una mano y tres botellas de cerveza en la otra. Con Mike nos contuvimos de
molestar a John por compartir el apodo con el tipo. Nos saludamos, nos
presentamos y la entrevista comenzó:
-Ya, primera pregunta. ¿Ustedes
son del norte de San Francisco, verdad?
-Crocket, Rodeo y El Sobrante, de
ahí somos –respondí; con Mike habíamos decidido que no era buena idea mencionar
que él vivía conmigo, mi madre y mi hermano.
La siguiente pregunta la tomó
John, así que no puse verdadera atención, pero algo en la cara de Mike me
reveló que era mejor que sí estuviera atento.
-Ustedes dos –continuó Al,
señalándome a mí y a Mike- eran una banda antes que John entrara, pero no se
llamaban Green Day…
Con una sonrisa, me puse a recordar
no sólo los tiempos previos a Green Day, si no los previos a Sweet Children.
-Sí, tocábamos mierdosos covers
de metal. Eso fue como en séptimo grado –murmuré, sonriéndome-. ¡Nos llamábamos
Truant!
-¡Y después se llamaban Blood
Rage! –intervino John, tras darle un largo sorbo a su cerveza. Nuevamente, tuve
ganas de golpearlo.
-Bueno, no importa, el punto es
que nosotros tocábamos juntos e invitamos a John a la fiesta –mascullé, dejando
en claro que era un dúo dinámico, no un trío. No con John al menos.
Hablamos de esto por un rato.
Luego continuamos hablando acerca del cambio de heavy metal a, según este tipo,
pop. Estaba harto de que me clasificaran, pero me daba igual.
-Billie recibió una carta de amor
en el escenario hace un rato… -Comentó John.- ¡Vi un corazón en eso!
-Oh, agrega eso a la revista
–añadió Mike, mientras que yo me sonrojaba.
-No recibí una…
-¿Son todas sus canciones acerca
de relaciones chico/chica?
Farfullé alguna afirmación. Para
mi suerte, John comenzó a hablar de otra cosa, desviando el tema… Hasta un rato
después, en el que John comenzó a hablar y a hablar respecto a algo de LA
canción que él había escrito. Al ver la cara de Mike, lo interrumpí:
-Nuestras canciones son respecto
a las frustraciones del día a día.
-Él es un tipo frustrado –añadió
John.
Sonreí, irónicamente.
-Supongo.
-“At the library”, canción de una
chica. “Rest”, canción de una chica…
-“Rest” no es acerca de nada –lo
corté.
-“Hey, ¿puedes oírme, te estoy
llamando? ¿Hola o es adiós?”. Dime que eso no es una canción para una chica.
¿Cómo explicarle a John que esa
canción había sido escrita para Jesus, sin que el entrevistador supiera?
El resto de la entrevista
continuó sin problemas. Hicimos promoción a la pequeña gira y John me molestó
un poco más por ser un frustrado de mierda (ahora sexualmente, ¡bien!) y todo
acabó. Al final, Al, John y Kamala (un sujeto que se había unido hace un rato)
se fueron, dejándome solo con Mike, quien me miraba intrigado.
-¿De verdad recibiste una carta
de amor?
De mala gana, saqué el sobre de
mi bolsillo. Mike siguió mirándome.
-Si no te importa…
-Ok, te espero afuera –murmuró,
revoleando los ojos.
Apenas salió, abrí el sobre, para
encontrarme con un dibujo. Era yo en el escenario. Lo reconocí de inmediato
como un dibujo de Jesus, bajo el cual decía, claramente, “¿me acompañas a la
graduación?”.
-¿Y? ¿Qué me dices?
Levanté la mirada: Jesus estaba
ahí.
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