¡Sonríe!

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En nuestras vidas, cada cierto tiempo vemos interrumpidas nuestras importantísimas labores por el simple motivo de querer retratar el momento mediante una foto. Obviamente, es una estupidez garrafal. De partida, el momento original jamás será retratado tal como era, no auténticamente al menos. Claro, se tratará de reactuar la situación, las gentes involucradas retomarán sus posiciones, pero no será lo mismo. La secretaria tendrá su cabello más ordenado, el obrero se habrá librado de parte de la tierra que lo cubría, los amigos se emperejilarán entre ellos y todos, pero absolutamente todos ellos, estarán sonriendo, como si atender el teléfono, ensuciarse de cemento y cruzar la calle fuesen las actividades más alegres existentes. Bueno, quizás alguno disfrute su hacer, pero ¿cuál es la verdadera historia detrás de cada forzada sonrisa? ¿Acaso la gente no quiere verse sin ser feliz? ¿Acaso el inhumano ojo de la cámara les recuerda su verdadera infelicidad? ¿Acaso el sonreír les permite creer que, al menos en el momento de la foto, eran felices?

Para ahorrarnos todo esto, basta una acción simple: Tomar la cámara y sacar la foto sin decirle nada a nadie. Sólo así, la autenticidad podrá ser conservada. Claro que esto conlleva al "no, salí mal, tómala de nuevo", y no importa lo poco sutil que seas, el retratado nunca aceptará que su realidad es de fealdad, infelicidad o lafallaquehayaencontrado, y seguirá insistiendo hasta ver lo que quiere reflejado en su rostro.

C'est la vie.

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Limpiando un poco mi pieza, encontré este texto escrito en una hoja llena de marcas de café. Creo que fue escrito en marzo, poco antes de entrar a la Universidad.

Ya que estamos por aquí, perdón la desaparición, prometo estar más presente durante julio, subiendo el primer capítulo de Warning y terminando de resubir Hold on, para quizás empezar a resubir Welcome to Paradise :) También hay hartas ideas nuevas dando vueltas, pero de eso les informaré más adelante.

Sting, sting!