Rest One of these days Simple Twist of Fate I'm not tere Suffocate Rotting Suffocate? Dearly beloved Hold On Wake me up when September ends Good Riddance (Ridding of you) Cigarettes and Valentines
Prólogo

lunes, mayo 09, 2011

Suffocate. - Capítulo 21: Colapso inminente.


El despertador sonó, pero no me molesté en apagarlo para seguir durmiendo… En especial porque ya estaba despierto, desde hacía varias horas. Los nervios de tener que ver a Billie Joe y, probablemente, tener que hablar con él, me habían impedido conciliar un sueño decente.
Suspirando, e intentando no pensar en lo incómodo y largo que sería el día en el estudio, apagué el despertador y me salí de la cama, en dirección al baño, donde me afeité y tomé una rápida ducha, tras lo que me volví a la pieza, donde me sequé y vestí. Luego, estirándome, bajé a la cocina, donde me tomé un café. Pensé en comer un sándwich o algo así, pero no me vi capaz: Era más que probable que vomitaría si lo hacía. La única forma que tenía de describir lo que sentía era “colapso inminente”.
Nervioso como estaba, fui a mi auto, cuyo motor encendí. En un intento de controlar mis nervios, prendí la radio, tras lo que saqué el vehículo de la casa, concentrándome lo más posible en salir adecuadamente, para así no pensar en otra cosa.
Así me fui al estudio: Concentrándome lo más posible en el camino y lo menos posible en mi mente. Sin embargo, eso no me sirvió de mucho, ya que, al llegar, me di cuenta que detrás de mí venía el BMW de Billie. Maldije.
Sin embargo, para mi buena suerte, Mike ya había llegado, y estaba esperándome en el interior del edificio. Estacioné rápidamente, bajé de un salto y, tras asegurar el auto, corrí hacia el interior.
-Hola –saludé, agitado.
-Hola… Eh… Creo que viste que Billie venía detrás. –Asentí.- Bueno… ¿Cómo crees que estarán las cosas?
Hice una mueca.
-Muy tensas.
Silencio.
-¿Por qué terminaron? –me preguntó, tras asegurarse de que estaba lo suficientemente bien para responder eso.
Negué.
-Él me terminó, aún no sé porqué.
Y, extrañamente, no me molestaba tanto aún. Quería saber el porqué para satisfacer mi necesidad, pero no me interesaba mayormente. Era como si tuviese la cabeza en otra parte… Simplemente no sabía dónde.
-¿Y estás bien? –inquirió, con sorpresa.
Asentí, con el mismo sentimiento.
-Es como si un lado de mi subconsciente supiera que esto no iba a durar –mentí. No era por eso, y lo sabía-. En fin, intentaré ser profesional.
-Suerte en eso –murmuró Mike, quien sabía que mis relaciones personales solían afectar mi estado de ánimo.
No obstante, tanto para sorpresa suya como mía, no colapsé ni nada al ver a Billie acercársenos, con sus gafas puestas y aquel falso aire de seguridad que se auto-inventaba para conciertos, entrevistas y demás. Sonreí, levemente, al darme cuenta que él estaba peor que yo.
-Hola –El saludo fue dirigido únicamente a Mike.
-Hola –respondió el bajista.
Billie me miró, y yo lo miré a él. Asentimos la cabeza. Cualquiera hubiera notado de inmediato que había algo raro ahí. Sin más, entramos al estudio.
-Bueno, ¿cuántas canciones trajiste? –pregunté, decidiendo que alguien tenía que romper el silencio.
A modo de respuesta, él sacó un cuaderno de su bolso y me lo arrojó, golpeándome el estómago. Maldije, levemente; aún me dolía su tanto. Lo miré un tanto molesto y me dejé caer en uno de los sofás, tras recoger el cuaderno que había llegado al piso. Comencé a hojearlo, con Mike a mi lado, revisando las letras. No me extrañé al ver un montón de cosas tachadas o desordenadas: Billie era incapaz de ordenar sus pensamientos, y solía anotar lo que pasaba por su cabeza en los márgenes.
En fin, estuvimos gran parte del día leyendo todo lo de “EL cuaderno” de Billie, comentando las canciones, tras lo que él nos arrojó dos CD’s, uno para cada uno.
-Para que me digan si está bien o hay que arreglarlo. Ya me voy –masculló.
Ni siquiera alcanzamos a decirle adiós y ya se había ido.
-Ok, hay algo raro aquí –musitó Mike-. Menos mal no llamó a Butch…
-En todo caso…
Sin más, nos despedimos y cada uno se fue a su casa. Sin embargo, yo no me puse a escuchar el disco de inmediato; estaba Last night on earth, y estaba seguro de que colapsaría al oír la voz de Billie ahí.  Debido a ello, llamé a April.
-¿Cómo te fue?
-No colapsé ni nada, así que bien… Pero tengo que escuchar las grabaciones, no creo que pueda con la voz de Billie solo. ¿Puedes venir?
Para mi suerte, ella accedió de inmediato. Nos despedimos y colgamos.

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