Suffocate. - Capítulo 13: ¿Cómo no lo entiendes?

-¿Qué pasó? –nos preguntaba Britt, histéricamente, al ver cómo dejábamos al inconsciente Mike en una silla de la cocina.

-Eh… se sorprendió mucho de nosotros… eh… -comenzó Billie, decidiendo si era prudente o no decirle la noticia a Brittany. Tanto él como yo sabíamos que decírselo a Mike era algo totalmente distinto que decírselo a su prometida- Le dimos una noticia que no se esperaba.

-¿Qué le dijeron? ¡¿Qué eran gays y se metían entre ustedes?! –inquirió y exclamó ella.

Billie me miró desesperado, como pidiendo ayuda. No le presté atención. Me limité a llenar un vaso con agua fría y dirigirme al bajista.

-¡Mike, despierta! –exclamé. Obviamente, no obtuve respuesta, por lo que miré a Britt- ¿Puedo?

Con su boca cubierta por su mano derecha, ella asintió, ante lo que le tiré el agua helada a Mike en el rostro, causando que se sacudiera, aún medio inconsciente, y abriera los ojos.

-¿Qué mierda? –inquirió, confundido, tras lo que su mirada se dirigió a mí y luego a Billie, ante lo que pareció recordar- Oh, esa mierda…

Cerró fuertemente los ojos. Tanto Billie como yo creímos que se había vuelto a desmayar, por lo que nos sentimos muy relajados cuando volvió a abrir sus ojos.

-Amor, ¿nos puedes dejar a solas? –pidió el bajista, en un tono bajo de voz, al percatarse de que su novia estaba presente.

-¿Estás bien? –preguntó ella a su vez, ante lo que él asintió- ¿Seguro? –Volvió a asentir.- Ok, pero si te vuelves a desmayar, nada me aparta de tu lado, ¿me oíste?

Mike sonrió levemente y asintió, tras lo que ella salió…

Bastó con que ella cerrara la puerta de la cocina para que Mike nos mirara neuróticamente. Se notaba que aún no lograba asimilar la noticia… Aunque claro, había estado inconsciente, así que para él no había pasado nada de tiempo.

-A ver… digan lo que tenían que decirme de nuevo… Quizás fue el golpe de la caída… -murmuró él, mirándonos fijamente.

Esta vez fui yo quien respondió:

-Billie y yo estamos juntos...

Mike negó, aún demasiado anonadado.

-Juntos como… ¿Juntos como yo y Britt? –Billie y yo asentimos.- ¿No es una broma? –Negamos.- ¿No es día de los inocentes?

-No, faltan más de dos meses para eso –murmuró Billie, consiguiendo hablar.

Silencio.

-¿Qué pasó con Addie? –inquirió Mike, intentando componerse.

Billie negó.

-Se terminó. No da para más, y estoy seguro que está viendo a alguien más –se explicó, honestamente.

Mike nos miró el uno al otro varias veces, tras lo que se restregó los ojos.

-¿De verdad? –preguntó.

-Mierda, Mike, ¡sí! –exclamé, cansado de que no fuera capaz de comprender que estábamos juntos. ¿Tan difícil era?- ¿Cómo no lo entiendes?

El bajista se paró de un salto, negando, y se dirigió al lavaplatos, donde llenó con agua el vaso que le había vaciado en la cara y se la tomó de un largo sorbo.

-Ok, creo que lo estoy asimilando… Supongo que Addie no lo sabe aún, ¿cierto? –murmuró, ante lo que Billie asintió- ¿Ni nadie más tampoco?

-Eres el primero –musité.

Silencio.

-Entonces… Wow, felicidades… No sé… -farfulló Mike, confuso- Siempre creí que si Billie se decidía por ser gay, se metería con Roecker…

Billie rió.

-¿John? No, mucho para mí… Aunque… –murmuró, con una leve sonrisa, ante lo que lo miré molesto- ¡Es broma! –exclamó, abrazándome.

Mike negó.

-Gays de mierda –masculló, aún confundido-. ¿Cuándo se lo dirán a Addie y a todo el mundo?

Billie y yo intercambiamos una mirada. No sabíamos cómo responder eso. Decírselo al mundo entero no estaba en mis planes aún, y, por la expresión de Billie, tampoco en los suyos.

Pero no alcanzamos a dar ninguna respuesta, ya que, en ese mismo instante, dos celulares comenzaron a sonar al mismo tiempo. Nos miramos entre todos.

-Mike tiene el mío –repetí, por tercera vez en esas veinticuatro horas.

Extrañados, Billie y Mike contestaron sus equipos. A Mike lo había llamado Butch preguntando si iríamos al estudio, ante lo que Mike le dijo que no, y a Billie…

-Es Addie –susurró, pálido-. Quiere hablar conmigo.

¡Mierda!